¿Cuántas veces te han insultado o pitado por atrasarte segundos en iniciar la marcha de tu vehículo cuando el semáforo se pone en verde?
¿Cuántas veces has visto que alguien se ha bajado del carro con la intención de romperle la cara (¡o matar!!!) a un conductor que acaba de hacer una maniobra temeraria con su bus, microbús o taxi que ha puesto en riesgo la vida del motorista , los pasajeros del bus y la del conductor de un carro particular?
Basta manejar por San Salvador menos de media hora para darse cuenta de la gravedad de la violencia al manejar. Manejar en El Salvador es una expresión de violencia, el carro o el bus, se convierten en manos de un conductor agresivo, en una extensión de su cuerpo con el que expresa su ira. Y esto provoca accidentes y muertes.
hay que aceptarlo los accidentes de tránsito, son una expresión de la violencia física, además de un síntoma de cómo es nuestra barbarie, de cómo no se respetan las normas y de la poca valoración que le damos a la vida. No nos engañemos la Cultura de la violencia se manifiesta al conducir un carro en San Salvador y esto debe solucionarse ahora.
En una ciudad en la que la violencia al manejar está tan arraigada, no se puede esperar que la Policía de tránsito pueda resolver el problema. Tampoco quejarnos o lamentarnos nos salvará de esta enfermedad. La violencia en las calles solo será erradicada si se realiza un cambio profundo en cada salvadoreño y salvadoreña, un cambio en nuestras actitudes que nos lleve a superar todo comportamiento violento y empecemos a construir una cultura de paz.
Ante la violencia ya no es posible quedarse de brazos cruzados y esperar que otros sean los que actúen y resuelvan el problema. Todos debemos hacer algo. No se puede aceptar que el fenómeno de la violencia nos paralice y que no sepamos cómo actuar ni qué hacer.
Soluciones hay: ya llegó el momento de convocar a los diferentes sectores de la sociedad para organizar medidas para difundir la cultura de la no violencia y aportar soluciones a este sensible problema social. Se debe crear por medio de un decreto ley la Comisión Nacional para la Cultura de Paz y la No Violencia. como un organismo descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, que tendrá por objeto la observancia, mediación y resolución de conflictos, estudio, análisis, promoción y aplicación; así como la divulgación de una cultura de paz, de igualdad, justicia, democracia, tolerancia y solidaridad; difundir estrategias y métodos de prevención, gestión, orientados a superar formas de violencia, intolerancia y discriminación, además de diseñar campañas que fomenten la cultura de paz y la no violencia en todas las escuelas del país.
En la aspiración de la no violencia, aparentemente todos estamos de acuerdo, la diferencia radica en saber cómo pensamos obtenerla y que hacemos para conquistarla, por lo que es imperioso crear una conciencia mayoritaria a favor de la cultura de paz y la no violencia, ya que a través ésta transitaremos en la construcción de mejores canales de comunicación para la solución de los conflictos.
Los diputados en la Asamblea tienen el compromiso de crear este organismo que proporcionará herramientas que sin duda contribuirán a aminorar los impactos de la violencia en nuestro país, a través del diseño de políticas públicas.
Antes de que termine el año la Asamblea Legislativa debe convocar a la sociedad salvadoreña a un Primer Foro para la Creación de la Comisión Nacional para la Cultura de Paz y No Violencia en El Salvador. El enfoque del Foro debe ser orientado a definir cuáles son los recursos, capacidades y experiencias en materia de prevención de la violencia que ya existen, el Foro también debe concretar un concepto compartido de prevención integral de la violencia y buscar desde ya una coordinación interinstitucional con un enfoque orientado a buscar las causas de la violencia y proponer como erradicarlas.
Se vale soñar: que algún día usted maneje su carro y se desplace tranquilamente por las calles de la ciudad, y respire paz por donde pase, sin violencia ni conflictos. ¿Será posible esto? -me pregunto- ¿algún día los capitalinos podremos manejar un vehículo sin violencia vivir en una ciudad más segura?