Los costos
sociales de la política de austeridad del FMI.
A finales de abril El Salvador perdió
temporalmente el derecho a recibir un préstamo de emergencia por parte del
Fondo Monetario Internacional (FMI). No se cumplieron las metas de gasto
público, y hoy el gobierno busca la manera de armar un plan de contención del
gasto para satisfacer al directorio del FMI, la primera acción que está haciendo el gobierno es elaborar una nueva
agenda de cumplimiento más flexible frente a las dificultades del fisco:
“Básicamente será renegociar el programa de cumplimiento de las metas para
llevarlo al directorio”, comentó Carlos Acevedo Presidente del Banco Central de
Reserva.
Una misión del Fondo Monetario llegará a El Salvador
en los próximos para tener platicas con el gobierno, generalmente durante este
tipo de misiones, los economistas del FMI intercambian opiniones con las
autoridades económicas del gobierno y al regresar a la sede del Fondo, presentan
al Directorio Ejecutivo un informe describiendo las discusiones que se
sostuvieron con las autoridades para que éste lo analice. Como resultado de ese
análisis, el Directorio del FMI extrae conclusiones y realiza recomendaciones
que son transmitidas a las autoridades del país.
El futuro económico de El Salvado es incierto pero
no es necesario ser adivino para saber cuáles serán las recomendaciones del
Fondo Monetario: austeridad, disminuir el gasto público, focalizar y/o
disminuir los subsidios, aumentar los años para jubilarse, congelar y suprimir
plazas en el sector público, aumentar impuestos.
La austeridad como fórmula para recuperar la
economía no funciona, va afectar el crecimiento de la economía
y el empleo en el corto plazo y, no se traducirá en una reducción
significativa del déficit fiscal esta receta ya se puso en práctica en
Europa y no funciona. En nuestro país uno de los planes ya implementados es ahorrar
cerca de $31 millones en este año del presupuesto de bienes y servicios, el
equivalente a un 1% de los $310 millones presupuestados en este 2012.
Joseph Stiglitz
Nobel de Economía al referirse a las medidas de austeridad “sugeridas” por el
Fondo Monetario Internacional lo ha
dicho claro: "Creo que Europa se dirige al suicidio. No ha habido ningún programa de austeridad exitoso en ningún gran
país", "El crecimiento decreciente está causando el déficit, y no al
revés. Creo que la idea de la austeridad va a llevar a niveles elevados de
desempleo que serán políticamente inaceptables y empeorarían los
déficits", Stiglitz instó a los países, a invertir más en infraestructura, educación y tecnología,
argumentando que "el retorno de esas inversiones es de mayor magnitud que
el costo del capital".
Disminuir subsidios
también está en el librito del Fondo Monetario: El
FMI apunta que el Estado no debe otorgar subsidios o debe focalizarlos, en la
práctica esta medida en lo que ha resultado es en la disminución de servicios
sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos.
En El Salvador el gobierno busca cortar subsidio al
transporte como parte de las propuestas
del Gabinete Económico y del Fondo Monetario Internacional, se trata que
Mauricio Funes analiza la posibilidad de recortar a la mitad el subsidio al
transporte público, que cuesta $52 millones al año. Sería una fantasía pensar
que las recetas del Fondo Monetario no tienen efectos secundarios, los dueños
de los buses seguramente se opondrán férreamente a la eliminación de la mitad
del subsidio o amenazaran con aumentar la tarifa del transporte público
decisión que al tomarla los buseros incendiará la pradera.
Parte de la
solución al problema según el Fondo Monetario se encuentra en incrementar la
edad de jubilación, el gabinete económico del gobierno salvadoreño ya lo está
considerando en la negociación con el FMI, esta receta también tiene efectos
secundarios pues no sería raro que exista un rechazo mayoritario a esta medida. El
gobierno debe tomar en cuenta que una decisión
sobre la edad de retiro y las pensiones debe contar con el consenso mayoritario
de la población.
El gobierno en su plan de austeridad ya
aprobó el congelamiento de plazas, el
decreto ejecutivo número 78, publicado en el Diario Oficial el 12 de abril
pasado y vigente desde ese mismo día, establece una política de ahorro y
austeridad del sector público donde se
prohíbe llenar las plazas por contrato que estén vacantes, y la creación de
nuevas. Solo podrá haber nuevas plazas para personal médico, de seguridad
pública y de servicio exterior. Los empleados públicos vuelven a ser los
sacrificados para paliar las cuentas deficitarias del Estado.
Que no quepa la menor duda superar la suspensión del
crédito precautorio del FMI va a ser más
duro, y las medidas de austeridad propuestas frente al excesivo endeudamiento público no
solamente amenazaran el empleo en el sector público y los gastos sociales, sino
también convertirán en más frágil e incierta la recuperación” económica del
país.
Es esencial que el gobierno tome en cuenta
las consecuencias sociales de su política de austeridad y no ponga a los
sectores de menores ingresos a pagar los costos de la crisis, las protestas
sociales serán inevitables, no nos engañemos la austeridad mantendrá el bajo
crecimiento de la economía, lo que significará recaudar menos impuestos y
acumular más gastos para atender las necesidades sociales y la reducción de
déficit fiscal va a ser mínima. Mientras tanto, las consecuencias sociales a
corto y largo plazo serán enormes.
Una estrategia de austeridad no sirve para la
recuperación. Se necesita pensar mejor en cómo hacer crecer la economía. La mayor
parte del déficit se debe a un bajo crecimiento, el déficit no es la causa del
crecimiento bajo, sino al revés: el bajo crecimiento es la causa del déficit.
Esa es la idea que la gente debe entender. Debemos pensar, pues, estrategias
que promuevan el crecimiento con un impacto positivo sobre el déficit. Asa lo
manifiesta Stiglitz y tiene toda la razón.
La economía es la política quintaesenciada,
y quienes se queden en le laberinto
electoral y en el reparto de puestos mientras la economía se hunde pagaran las
consecuencia de su ceguera de atención al no darse cuenta que: ¡es la economía
estúpidos!.
Les quiero compartir un concepto muy interesante referente al muy acertado análisis sobre el gran problema de endeudamiento no sólo de este país sino de las economías de Europa y Estados Unidos y todo aquel país que dejó que la banca controlara al gobierno y el estilo de vida y de hacer negocios, consolidando una cultura de consumo, falta de ahorro e inversión, innovación, industria. El concepto al que me refiero es el de Deuda Odiosa http://es.wikipedia.org/wiki/Deuda_odiosa . Este concepto fue utilizado por Rafael Correa para exonerar a su pueblo del pago de una deuda que nunca los llegó a beneficiar y cuyo dinero fue a parar a los bolsillos de los responsables de la estructura estatal del momento. Algo sorprendente es que el término fue creado y utilizado por el mismo Estados Unidos para liberarse de la monarquía inglesa.
ResponderEliminareuda odiosa, deuda execrable o deuda ilegítima, en Derecho internacional, es la teoría jurídica, puesta en práctica numerosas veces a lo largo de la historia, que sostiene que la deuda externa de un gobierno contraída, creada y utilizada contra los intereses de los ciudadanos del país, no tiene por qué ser pagada y por tanto no es exigible su devolución ya que los prestatarios habrían actuado de mala fe, a sabiendas, y por tanto dichos contratos —bonos o contratos comerciales— son nulos legalmente. En todo caso, tales deudas podrían considerarse personales debiendo responder quienes las hayan contraído a título personal —sea el monarca, el presidente, el director del banco central nacional o los ministros correspondientes— y no el Estado en su conjunto y por tanto los ciudadanos. En algunos aspectos, el concepto es análogo a la nulidad de los contratos firmados bajo coacción.2
Esta doctrina está presente en la discusión sobre la obligación de pago de la deuda externa en aquellos países donde han existido dictaduras, monarquías absolutas, gobiernos no representativos e incluso gobiernos elegidos democráticamente que han contraído deudas a espaldas a sus ciudadanos, sin su consentimiento y con fines de enriquecimiento personal, enriquecimiento corporativo, para la represión social y política y, en todo caso, contra los intereses de los propios ciudadanos.3 4 5
Se ha esgrimido la deuda odiosa con frecuencia por los Estados Unidos para no hacerse cargo de las deudas contraídas por los países que pasaban a su órbita: desde lo que es calificado por algunos autores como independencia ficticia de Filipinas (1899-1901) y Cuba (1898-1902);6 7 hasta la administración de Irak por Estados Unidos durante la Guerra de 2003 que se negó a pagar las deudas contraídas con países como Francia. Hay que tener en cuenta que, en general, los apoyos externos a los procesos de independencia buscan ganar influencia política y económica -geoestratégica- y reducir o eliminar la influencia y poder de la metrópolis colonial.