La inseguridad ciudadana
que vive
la región centroamericana es sin duda uno de los temas que demanda de
manera apremiante que sea abordado seriamente no solo por los gobiernos sino
también por los organismos de la sociedad civil. Ya es tiempo que los
centroamericanos de manera unificada hagamos un profundo análisis de las causas
que han generado esta realidad de la inseguridad y que definamos las medidas
que se deben asumir para dar una
contribución a la búsqueda de soluciones estructurales.
Es cierto que los problemas
de violencia criminal e inseguridad no son de igual dimensión en Nicaragua,
Costa Rica o El Salvador pero si tienen una relación importante porque hoy en día
la delincuencia tiene un carácter transnacional y Centroamérica es un corredor
donde el narcotráfico, el tráfico de armas, de personas, el robo y hurto de
vehículos son una realidad cotidiana.
Por la cercanía que tienen
con la región, las realidades que viven México y Colombia en términos de
inseguridad y delincuencia son de gran importancia, por eso las organizaciones
sociales centroamericanas deben conocer las experiencias de estos países y
poder identificar realidades, preocupaciones y acciones a un nivel territorial
más amplio.
A pesar de los esfuerzos que
hacen los gobiernos no se puede afirmar que trabajen de manera totalmente
coordinada y es conocido que tienen poca capacidad y escasos recursos
financieros para la investigación y persecución del delito y en cuanto a los
sujetos de la delincuencia la persecución se ha reducido a las pandillas
descuidando la represión del crimen organizado, el narcotráfico y la cacería de
los delincuentes de cuello blanco. Generalmente el tratamiento gubernamental de
la delincuencia se reduce a llenar las cárceles de delincuentes dándoles menor atención a la prevención del
delito, la rehabilitación de los privados de libertad y a la atención a las
víctimas.
La situación regional de
violencia y delincuencia exige medidas responsables y soluciones efectivas para
la protección del derecho a la seguridad y hoy por hoy no existe evidencia de
políticas elaboradas por un sujeto regional ciudadano que incida frente a los
gobiernos nacionales en la construcción e implementación de políticas públicas
de Seguridad ciudadana democrática con perspectiva de Derechos Humanos.
Identificar las causas
estructurales de la violencia e inseguridad en la región, así como las
tendencias de mayor impacto es prioritario, Estamos en un buen momento para que
las organizaciones de la sociedad civil puedan construir participativamente un
análisis regional sobre la problemática de la seguridad ciudadana desde la
perspectiva de los derechos humanos.
Urge definir lineamientos
generales que sirvan para diseñar a futuro una propuesta estratégica para el
abordaje de la problemática que permita acciones conjuntas y posicionamientos. Del
24 al 26 de abril en El Salvador se realizará un Encuentro Mesoamericano sobre
Seguridad y Derechos Humanos que será un espacio regional diverso y
multidisciplinario para analizar la problemática de la inseguridad ciudadana a
nivel local y regional, la expectativa es que en este foro se pueda construir
una visión amplia, comprensiva e integral desde la óptica de las organizaciones
de la sociedad civil sobre Seguridad y Derechos Humanos.
El encuentro pretende
identificar colectivamente los principales problemas, actores, escenarios y
tendencias que contribuyan a lograr la seguridad ciudadana y consecuentemente
los derechos humanos, a partir de la discusión seguramente de podrán
identificar los nexos comunicantes entre los temas y los territorios, lo que
permitirá contar con una visión panorámica y estructural de los problemas, sus
causas, sus efectos y principalmente de las acciones sociales que pueden
desarrollar las organizaciones de la sociedad civil.
Ojala que este encuentro
mesoamericano analice la seguridad en la región desde una posición geopolítica,
histórica tomando en cuenta los procesos de exclusión social y los modelos
económicos implementados hasta ahora y que pueda elaborar un análisis sobre los
beneficios económicos que se sacan de la violencia y la criminalidad para tomar
medidas.
Tener actualizado un mapa
centroamericano de seguridad es indispensable, para construir propuestas
alternativas, y poder elaborar con certeza políticas públicas para enfrentar la
inseguridad ciudadana y llegar a un acercamiento sistemático y razonado de
posibles escenarios a futuro que permita tener una política de seguridad
ciudadana mejor enfocada en sus objetivos, sus metas, su orientación y
sostenibilidad a largo plazo. El Encuentro Mesoamericano tiene su oportunidad
en abril en El Salvador. Son enormes los retos que tiene la sociedad civil,
pues necesita saber con certeza cuales son las tendencias y las dinámicas que
influirán en la seguridad
Y quien me garantiza que aquellos que dirigen esas organizaciones de la Sociedad Civil y que dicen luchar en contra del trafico de narcoticos, armas, personas; robos, etc, etc, no son parte de las mismas estructuras que dicen combatir? Es que acaso me quiere dar atol con el dedo, Caballero?
ResponderEliminarRoberto, el hecho de no tener o de haber perdido nuestra identidad cultural es considerado como un factor entre otros para que nuestra sociedad tenga poca estimación personal y perdido valores que sirven para respetar a los demás. ¿En que medida la recuperación de nuestra idiosincrasia nos puede ayudar al rescate de la juventud del hoyo negro en el que han caído y que nos esta arrastrando?
ResponderEliminar