Critica

Critica: Arte de juzgar de la bondad, verdad,y belleza de las cosas.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Hacerse mayor es un triunfo

Hay mucha vida después de los 60

Con un control médico regular y programado, con un plan de vida al igual que hacíamos  en nuestros años de formación, con alimentación adecuada a nuestras necesidades, con  ejercicio físico diario, consultado con su médico, y en casi todas las situaciones, con una  caminata diaria al aire libre. Poniendo en activo y ejercitando las capacidades para hacer  cosas que no hemos podido durante lo años en los que teníamos otras responsabilidades: cuidar plantas, juegos, lecturas, paseos, viajar, escribir, asistir a conferencias, museos, hobbies, y a disfrutar lo más posible de las facilidades que nos permiten los nuevos  medios de comunicación social, en Internet, Facebook, Twitter, blogs, chats, Skype,  etc.

Con demasiada frecuencia, tanto las personas como las sociedades creen que hacerse  mayor es un engorro y no un triunfo. Un desafío lleno de oportunidades adecuadas a  nuestra edad y capacitaciones. Nuestra experiencia personal, familiar, académica,  profesional, laboral y de toda índole puede ayudar a muchas personas de todas las  edades.

No se trata de añadir años a la vida, sino de vivir el tiempo que tenemos ante nosotros con plenitud y satisfacción.  mantenernos  activos, despiertos y capaces de compartir conocimientos y habilidades.


 Tener 60 años es tener dos veces 30 años; es entonces reconocer la
densidad y riqueza del ayer y lo frágil y precario del mañana; es
estar dispuesta a vivir intensamente la década que se abre es ya no posponer los sueños
y hacerlos realidad en la medida de lo posible. 


Es alegrarse al despertar,  es conocerse a
fondo y poder, por fin, dialogar con su cuerpo, conocer los caprichos
de su digestión, los ritmos de su corazón, la capacidad de sus
pulmones y la susceptibilidad de sus articulaciones en tiempos de
lluvia.
Tener 60 años es conversar con la soledad y nunca sentirse sola con
ella. Tener 60 años es ya no pedir permiso a nadie para cumplir un
viejo sueño, 

Tener 60 años es asombrarse de lo que ha logrado 


 Tener 60 años es entender el misterio de la vida y empezar a confrontarse con la muerte, sin temor ni tristeza porque está ahí asomándose, tímidamente pero inexorablemente. Tener 60 años es empezar a despedirse demasiado temprano, siempre demasiado temprano, de buenos amigos o amigas. Tener 60 años es tener dos veces 30 años, o sea mucha juventud acumulada. Hoy, doy la bienvenida a mis recién inaugurados 60 años.

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