En los próximos días inmensos espacios de tiempo serán dedicados en todo el planeta al seguimiento del Mundial de Fútbol y esto está bien. Este es el evento deportivo de mayor importancia en la tierra, sólo comparado con los Juegos Olímpicos. Pero si se considera que se trata de un solo deporte -en lugar de los varios que incluyen las Olimpiadas- su importancia es mayor.
Es una cita del mejor fútbol del mundo que solo sucede cada cuatro años y hay que verlo. No es mi intención criticar aquí la saludable y recomendable práctica de un deporte como el fútbol, sino el hecho que las empresas comerciales lo utilicen al igual que como el día de la Madre. El día del Padre, el día del Maestro como un negocio donde lo único que les importa es incrementar las ventas a costa de manipular los sentimientos de la gente y estimular el consumismo.
La mayor disputa comercial estará en el mercado de las pantallas planas de televisión. No me cabe la menor duda que muchas personas no resistirán la tentación y movidos por la publicidad comercial, se endeudaran gastando el dinero que no tienen, de la manera más triste, comprando un TV de esos nuevos: adquiridos al crédito, por cuotas, endeudándose con intereses altísimos. También las cervecerías harán su agosto ofreciendo trasmisiones por cable mientras los asistentes revientan de cerveza; en fin el Mundial es más que fútbol
La pasión por el futbol es grande y en distintos países se discute si conviene suspender las clases cuando juegue su selección, los educadores mas cuerdos sostienen que el campeonato de futbol, es una excelente oportunidad para que los maestros aprovechen la euforia del Mundial para que los alumnos aprendan acerca de Historia y Geografía.
Los docentes pueden convertir en un hecho pedagógico el Mundial de Fútbol.
Y lograr que los alumnos ubiquen en un mapa dónde queda Johannesburgo. Y si además en clase se habla del apartheid, derechos humanos, cultura, historia, y lengua de los países que participan en este evento deportivo no estaría nada mal.
Y lograr que los alumnos ubiquen en un mapa dónde queda Johannesburgo. Y si además en clase se habla del apartheid, derechos humanos, cultura, historia, y lengua de los países que participan en este evento deportivo no estaría nada mal.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas una ciudad de la frontera de México con los Estados Unidos donde hay muchas maquilas.- La mayoría de los directivos de las fábricas permitirán a los obreros observar dentro de las plantas los partidos de fútbol que la Selección Mexicana dispute en horarios de trabajo, esto a fin de evitar que el personal se ausente para ver los partidos en su casa y por ende no asista a laborar. Que les parece.
En fin, el futbol es una pasión, en algunos países como Brasil una religión, Es importante en este periodo del mundial reflexionar acerca de la oportunidad que nos da este evento deportivo de disfrutar y enriquecernos con las diferentes culturas, idiomas, las distintas identidades de cada nación, y con madurez, valorar la oportunidad que nos da el mundial de unir a la familia, y a los amigos alrededor del deporte. Pero no olvidemos que no se puede dejar para después del mundial la lucha en contra de la pobreza, los trabajos por disminuir la vulnerabilidad de miles de personas en el país, y el esfuerzo nacional por mejorar la educación, la seguridad nacional.
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