Nuestro querido país es muy sensible a ser afectado grandemente por los fenómenos naturales. De manera muy rápida una tormenta, un temblor se convierten en un desastre con muchas personas muertas y grandes pérdidas materiales.
En El Salvador los fenómenos naturales se convierten en desastres por la vulnerabilidad. Muchos grupos y familias sufren grandes pérdidas y tiene grandes dificultades en recuperarse todos los años cuando llueve y se producen deslizamientos, derrumbes, inundaciones o cuando hay un temblor u otro fenómeno natural. Y esta situación es resultado de la condición económica y social en que viven.
Debemos tener en cuenta que no todos salen afectados con los fenómenos naturales, cuando un fenómeno natural aparece, los que si siempre salen dañados son los que tienen menos recursos económicos, sociales, organizacionales y de poder: es decir los que viven en la pobreza, la vulnerabilidad es diferenciada, afecta a quienes tienen menos ingresos y que por esa situación se ven obligados a vivir en quebradas y otros lugares de alto riesgo.
Nada podemos hacer cuando los fenómenos naturales se manifiestan, pero se pueden reducir riesgos si la gente sale de la pobreza y tiene los recursos suficientes para acceder a una vivienda digna en un lugar seguro y los ingresos económicos para tener los niveles mínimos de atención médica, alimento, vivienda, vestido y educación.
En fin, Lo importante no es que existan tormentas tropicales, esto para nada es extraordinario, de hecho Agatha es la primera tormenta de este año, lo importante es que comprendamos las causas, las razones por las que un fenómeno natural todos los años nos afecta tanto y busquemos los mecanismos para superarlas.
Un combate a fondo de la vulnerabilidad requiere un crecimiento económico sostenido, generación de empleos de calidad e inversión en educación, salud, vivienda. De manera que combatir la pobreza en sus raíces implica que el gobierno tenga un presupuesto adecuado para contribuir a aliviar la adversidad de la población y superar su situación de pobreza y esto requiere ampliar sus ingresos y la mejor manera de hacerlo es teniendo una política de impuestos en donde el que tenga más ingresos y más riqueza pague proporcionalmente más impuestos y que con el dinero recaudado por los impuestos, el gobierno pueda cumplir con su papel de redistribución del ingreso.
La superación de la pobreza es sin duda un compromiso de todos, pero en primer lugar de los gobernantes, de los servidores públicos que tienen como primera y principal obligación la búsqueda del bien común y la superación de la injusticia social.
En los próximos días el gobierno anunciara su plan cuatrienal en él, se esperaría conocer, las apuestas y objetivos que le deben permitir al gobierno encontrar el camino para un combate fuerte a la pobreza, causante de que muchas personas, sean tan vulnerables ante la presencia de los fenómenos naturales. Debemos estar pendientes.
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